Autismo y estreñimiento
El estreñimiento y los problemas intestinales son algo muy frecuente en niños con autismo. Mucho se ha escrito sobre el particular, pero esa tendencia a los problemas de estreñimiento no parecen descender, es decir, hay un problema que genera otros muchos problemas pero al cual, finalmente, no se le presta la atención adecuada.
Como dato relevante, no vamos a abordar los problemas de estreñimiento ligados al uso de fármacos psiquiátricos (de los que se recetan con excesiva ligereza en autismo). Pero si un niño toma un fármaco y este genera efectos secundarios, ya sabéis, informad a vuestro médico y él os pautará la retirada del fármaco. El estreñimiento y otros problemas de salud asociados al uso de estos fármacos es conocido y está ampliamente documentado.
¿Por qué los niños con autismo son propensos a estreñirse?
No podemos decir que en todos los casos se produzca por lo mismo, pero hay una serie de factores mayoritarios que está directamente ligados al estreñimiento en niños con autismo. Veamos pues los 3 principales:
- Problemas sensoriales
- Problemas de alimentación relacionadas a desórdenes de alimentación
- Mala masticación
A estos problemas se suman otros, por ejemplo, la flora intestinal de los niños con autismo que presentan estas dificultades, suele ser de muy mala calidad, o muy restringida. De hecho, se cree que muchos de los problemas de intolerancias alimentarias de los niños con autismo están relacionadas a la mala calidad de su flora intestinal, ya que cuando esta se regula, las intolerancias desaparecen.
Es decir, que en este caso son consecuencia. No hay suficientes estudios que puedan aseverar que los problemas de la flora sean causa directa de algo. Lo que sí sabemos es que cuando se trabajan los factores ligados a la alimentación, o, además de ese trabajo, se mejora, mediante la medicina (probióticos, prebióticos, trasplantes fecales, etc.), esa flora intestinal, obviamente las mejoras son evidentes tanto en aspectos ligados a intolerancias como a mejoras visibles en la conducta.
Los problemas sensoriales y el estreñimiento en el autismo
Los problemas relacionados a la interocepción y alteraciones en la propiocepción impactan de forma directa en el acto de ir al baño, tanto para hacer pipí como para hacer caca. Pero ojo, no solo en eso, muchos adultos nos comentan que deben ponerse alarmas para cosas como beber agua, no tienen sensación de sed, o lo mismo pero para comer.
Estas alteraciones o problemas de comunicación corporal están ligados con el hacer caca, y pipí. Incluso, con algo, tan a priori natural como el propio efecto de defecar. Pues aunque parezca mentira, muchos niños autistas no son muy buenos haciendo caca. No solo no sienten la necesidad de ir al baño, sino que a la hora de ir, no son muy buenos.
Todo esto hace que le niño retenga sus heces, y obviamente, todo esto acaba afectando a su conducta, porque el niño se va a sentir mal, pero no sabe porqué se siente mal. Y en muchas ocasiones, tardan mucho tiempo en asociar ir al baño con el posterior bienestar. Las alteraciones sensoriomotrices en el autismo generan un impacto directo.
Problemas de alimentación relacionadas a desórdenes de alimentación y el estreñimiento en el autismo
Comer mal, implica problemas en el aparato digestivo. Hay una gran relación entre la flora intestinal o microbiota y lo que se come. Si tienes una alimentación equilibrada y una vida sana, lo normal es que tu microbiota sea de calidad, y eso implica directamente en tu estado general de salud, tanto física como psíquica.
Por tanto, una mala alimentación implica problemas en tu microbiota. Esto se ha visto en personas con obesidad, en personas con anorexia o en personas con otros desórdenes de alimentación.
Mala masticación y el estreñimiento en el autismo
Aunque quizá esto debiera integrarse en el apartado de problemas sensoriomotrices en el autismo, hemos preferido ponerla a parte porque a veces se puede dar de forma individual. Es decir, no hay otros problemas aparentes, pero la masticación del niño es mala.
Esto obviamente está ligado a alta hipotonía en la zona maxilofacial que hace que el niño, sencillamente, trague los alimentos sin masticar.
Son niños que no tienen control lingual, obviamente su verbalización será mala o muy mala. De hecho, vemos como una vez que estos niños mejoran su tono muscular y control, su verbalización aumenta de forma considerable. Y es mucho más fácil entenderles.
Conclusiones
Los problemas de estreñimiento de origen no químico, es decir, que no han sido provocados por fármacos psiquiátricos, son relativamente fáciles de identificar y abordar. Es muy habitual que cuando trabajamos de forma integral al niño, no solo resolvamos sus problemas para ir al baño, además mejoramos su calidad de vida, y un niño que está tranquilo es mucho más receptivo y por tanto su aprendizaje se acelera.
Contender con los problemas de estreñimiento implica entender que en el autismo muchas cosas se retroalimentan. El no comer adecuadamente o tener problemas sensoriomotrices hace que me estriña, esto a su vez genera problemas de conducta, que no me dejan prestar atención, no aprendo, tengo crisis, y en resumen, mi calidad de vida es mala.
El autismo deben abordarlo de manera integral y coordinada, porque si se hace bien, la mayor parte de las dificultades van a desaparecer en una edad temprana, y muchas de las dificultades de la persona, ni si quiera aparecerán si tenemos una intervención temprana, integral y de calidad.