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Refuerzo emocional positivo en el autismo

      • El refuerzo emocional positivo en el autismo para fomentar la autoestima en los niños.

      • Los beneficios de usar el refuerzo positivo en el autismo centrado en los reforzadores emocionales.

 

El refuerzo positivo en el autismo

 

En el artículo que publicamos en enero de este año abordamos el uso del refuerzo positivo, sus ventajas e inconvenientes. Nos centramos sobre todo el la problemática asociada al refuerzo con alimentos, generalmente golosinas.

Básicamente un modelo basado en el condicionamiento por recompensa, el cual puede ser bastante peligroso si se usa de forma inadecuada. Lo cual es bastante habitual en algunos programas basados en modificación de conducta.

A consecuencia del articulo sobre el uso del refuerzo positivo recibimos muchos correos y mensajes, desde personas que están totalmente en contra a otras que siguen apoyándolo. La mayoría fueron profesionales de diversas disciplinas.

Bien pues ahora dedicamos este artículo al refuerzo positivo en el autismo basado en el refuerzo emocional. Esperamos que os guste ya que desde Cocina Adaptada apoyamos totalmente esta herramienta, y, al contrario que la del soborno, cuando el refuerzo positivo se centra en las emociones del niño, las ventajas son múltiples. Vamos a verlo.

 

El refuerzo positivo en el autismo: Refuerzo emocional

 

En el abordaje del autismo, una herramienta útil y beneficiosa es el refuerzo emocional positivo. Esto implica apoyar emocionalmente al niño por cualquier comportamiento positivo que realice. Los refuerzos emocionales positivos ayudan a mejorar la autoestima del niño y lo motivan a seguir demostrando conductas apropiadas. Se trata de dar sentido y propósito al niño, es decir, que el niño integre de forma racional lo que estamos haciendo.

Al contrario del uso de golosinas y chucherías para cualquier tipo de terapia en general -y en la alimentación en particular- el uso del refuerzo emocional positivo hará que el niño o niña se sienta fenomenal, orgulloso si mismo y es una técnica que, bien utilizada e implantada, hará que su autoestima y seguridad aumente, aspecto tremendamente necesario en cualquier desarrollo infantil.

Realmente conseguimos que el niño esté esperando el momento del desafío personal para descubrir que puede lograrlo. Ese subidón de emociones positivas que el niño desarrolla ante la conquista de esos retos diarios es, sin lugar a dudas, un refuerzo imbatible. Adquiere sentido y propósito para el niño o niña.

 

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Y si hablamos de niños cuyo día a día se enfrentan a dificultades en los aspectos sociales, con problemas de comunicación, que muchísimos sufren bullying, que sus vidas son realmente difíciles, si encima se les somete a un tipo de adiestramiento basado en el “pórtate bien y tendrás esto” o “ si comes X te doy una chuchería” tendremos a un niño que actúa y se comporta en base a coacciones constantes, sobornos y chantajes. Pero luego nos sorprende que muchos niños tengan conductas desafiantes.

Mucho mejor mejorar su autoestima que suele estar bastante baja y felicitarlo por cada logro, por mínimo que sea, que consiga. Crear el deseo de superación personal, la necesidad de aprender y el disfrute del aprendizaje, eso es conseguir que el niño sea parte activa de su propia vida. Saber gestionar el refuerzo emocional positivo y llevarlo de forma gradual al día a día del niño tiene unos efectos duraderos y mejora la autoestima del niño.

 

Refuerzo emocional positivo en el autismo – Ejemplos

 

  • Lenguaje verbal: ¡Muy bien!, ¡bravo!, ¡eres un campeón!…
  • Lenguaje corporal: pulgar hacia arriba, aplauso, cualquier movimiento que asocie con ese reconocimiento, puede ser incluso un baile.
  • Apoyo visual: tanto el lenguaje verbal como corporal podemos acompañarlo de apoyo visual si lo requiere. Pictograma, imagen real, etc.
  • Afecto: abrazos, besos.. cualquier muestra de cariño que le guste que exprese amor y apoyo.
  • Compartir actividades: acciones conjuntas que le gusten al niño, como jugar juntos a construcciones o leer un libro.
  • Oportunidades: proporcionar posibilidades para que el niño se siente triunfante, como ayudar con alguna tarea simple.

 

Elogiamos al niño por cada logro, por pequeño que sea, con cosas que le hagan sentir bien, que entienda ese reconocimiento a su buen hacer. Algunos de estos ejemplos pueden combinarse para que el refuerzo sea más potente, por ejemplo, decirle “¡eres un campeón!” mientras le mostramos el pictograma de campeón, hacemos el gesto de campeón y le mostramos nuestra mejor sonrisa.

En algunas situaciones, sobretodo al principio, habrá que exagerar los elogios para captar su atención, tal vez tengas que tirarte al suelo o ponerte a bailar en algún lugar con gente y que se quede todo el mundo mirándote, ¿algún problema? 🙂

 

Refuerzo emocional positivo en el autismo

Cuando no es suficiente

 

Los ejemplos propuestos no funcionan de un día para otro. Soy consciente de que la primera vez que le digas “¡bravo1” es poco probable que el niño o niña realice una asociación correcta e identifique que le estás felicitando, en muchas ocasiones eso no ocurrirá. Pero con el tiempo, paciencia y perseverancia se logra.

Aún así, habrá situaciones y desafíos en los cuales el refuerzo emocional no sea suficiente, por ejemplo, un desorden de alimentación. Un caso donde el niño tenga la ingesta de alimentos limitada y donde el reto sea altísimo. En estos casos hay que encontrar un reforzador potentísimo para lograr motivar al niño, claro que no todo es el reforzador, también está la elección correcta del nuevo alimento a introducir, aspectos sensoriales, de comunicación, y un largo etcétera, ahí no os podemos decir normas genéricas puesto que hay que evaluar y conocer el caso para determinar qué hacer en este tipo de casos.

Pero ni siguiera en estos casos el reforzador deberá ser un gusanito o chocolatina, por favor, nada de alimentos como reforzadores.

Y hay otro factor fundamental, y es el refuerzo emocional positivo que recibimos nosotras mismas, y eso también forma parte de lo que el niño recibe, nuestra propia energía positiva, nuestra actitud de “¡lo vamos a conseguir¡”. Es decir, que ese refuerzo es bidireccional, aprender a compartir esos momentos, sinceramente, no tiene precio.

 

Conclusión

El refuerzo emocional positivo en el autismo se enfoca en el reconocimiento y la celebración de las habilidades y logros del niño, así como en el cariño y apoyo emocional. Esta técnica puede ser muy útil para aumentar la autoestima del niño, su seguridad y su confianza, que no es poco. 

Uno de los efectos colaterales es el deseo del niño de fomentar su autodeterminación, el yo lo hago solo, o el “yo mismo me pongo nuevos retos porque yo puedo”. Esa actitud en el niño le lleva directo al de la autonomía, y es extensible al resto de situaciones de la vida cotidiana. Aunque es un proceso que, en ocasiones, puede ser lento, acaba generando un efecto a largo plazo.

A diferencia del refuerzo por recompensa, que actúa como un soborno y a la larga habrá que premiar al niño por cualquier cosa que realice (y la vida no es así), con el refuerzo emocional positivo estamos subiendo su autoestima, que a la larga será altamente beneficioso para enfrentarse a la dura vida que les espera.

 

El amor es la flor que tienes que dejar crecer”. John Lennon.

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